Tengo una pregunta para usted, señora Casado

 

Sin listados de Registro desde
Sin listado de facturas desde
Y seguimos con…

En algunos Ayuntamientos, que valoran y tratan como se debe la participación ciudadana, existen diferentes mecanismos para que los vecinos y vecinas puedan hacer llegar sus consultas, sugerencias o demandas al equipo de gobierno de turno. Entre estos medios se cuenta la posibilidad de que los ciudadanos puedan hacer preguntas una vez terminados los plenos.

Esta costumbre existió un día, siendo alcalde nuestro compañero Isidoro Aragoneses, pero la señora Casado se la “cargó” en cuanto tuvo la vara de ordeno y mando en su poder.

¿Y si yo os diera de nuevo esa posibilidad? A ver qué os parece:

En los plenos ordinarios, hay una sección obligatoria en el orden del día, “Control de los Organos de Gobierno”, y dentro de ella un punto, “ruegos y preguntas”.

Bien, lo que os estoy ofreciendo es que me hagáis llegar vuestras preguntas o ruegos al equipo de gobierno, y yo me comprometo a convertirme en vuestra voz. La única condición (lógicamente aparte de plantear las cosas guardando mínimamente el decoro, y no hablo precisamente de la redacción) es que tengan precisamente la forma de RUEGO o PREGUNTA.

¿Cómo tenéis que hacerlo? Pues hay un enlace en esta página, “¿Quieres decirme algo?”. Haciendo click en la imagen del sobrecito, se os abrirá una ventana de vuestro programa de correo predeterminado, con la dirección ya puesta. De cualquier manera, esta dirección es:

concejales.psoealpedrete@telefonica.net

Acusaré recibo de todos los correos que me enviéis, y os remitiré las respuestas que nos den (no esperéis milagros) aparte de publicar preguntas y respuestas en estas páginas.

El próximo pleno ordinario se celebrará el día  30 de enero; tenemos que registrar las preguntas con al menos 24 horas de antelación, (y no quisiera agotar ese plazo)

Pues lo dicho: anímate, que la ocasión la pintan calva.

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El “mogollón”

Como os decía ayer, esta mañana he entregado en Registro 39 escritos reiterando uno a uno la totalidad de los que hasta ahora han mantenido en la inopia.

Me he visto obligado, ante la cara de horror de la funcionaria del Registro, a excusarme por la carga de trabajo que ello le va a suponer, explicándole que la culpa no es mía, sino de quien me ha obligado a realizar el inútil trabajo de volver a escribir mis solicitudes de información (alguna por cuarta vez) añadiendo la coletilla explicativa de para qué la necesito.

Y como el compañero de IU/LV se ha visto forzado a lo mismo, pues el atasco va a ser de tomo y lomo. Eso, sin contar con lo que va a suceder en los departamentos que deban evacuar las solicitudes.

¿No os parece que ha sido una niñería obligarnos a toda esta inútil burocracia? ¿O quizá es que la señora Casado confiaba en que yo también iba a comenzar desde cero? Bueno, pues a estas alturas ya debe saber que no, (eso suponiendo que haya habido tiempo esta mañana de registrar los escritos, que lo dudo)

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Fe de erratas.

No me gusta, cuando por una u otra razón ofrezco una información que no es veraz (o no del todo) dejar las cosas así. Por ética, aunque esto de rectificar y lo de “donde dije digo, digo Diego” no sea muy común entre la clase política. Al menos no en nuestro pueblo, entre los políticos (o lo que sean) del PP.

Todo esto viene a cuento de que días atrás, concretamente el pasado martes,

http://concejalenlainopia.blogspot.com/2009/01/menos-viajar.html

escribía yo:

“En noviembre pasado, se contrataron doce trabajadores, dos de los cuales (según doña María Casado) iban a hacer un “proyecto muy bonito relacionado con el turismo”. No sé qué están haciendo a día de hoy, porque el caso es que las dos mesas destinadas a ellos continúan vacías dos meses después, pero ya hay flamantes ordenadores nuevecitos sobre ellas”.

La primera parte (la que decía que las mesas seguían vacías dos meses después) era cierto en ese momento, pero ya no lo es. Justamente, al día siguiente aparecieron los dos trabajadores en cuestión.

La segunda, (la de los ordenadores nuevecitos) no era verdad en absoluto, aunque yo no lo sabía en aquel momento. Alguien, después de leer estas líneas, me ha explicado que se trata de dos máquinas cedidas por la Consejería de turno de la Comunidad de Madrid.

Bien, pues dicho queda, que a mí no me duelen prendas.

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El embrollo de Caja Madrid.

Justito lo que necesita esta Comunidad, cuando sus cifras de paro crecen vertiginosamente, y cuando doña Espe parece haber olvidado que las competencias en materia de promoción de empleo son suyas, es que se pongan los dos bandos del PP a darse de patadas en nuestro culo (con perdón)

Se trata nada más y nada menos que de la cuarta entidad financiera del país, que en los momentos actuales debería estar centrada en cómo conseguir que el crédito fluya a empresarios y autónomos para evitar su asfixia económica. A apoyar la recuperación y evitar que continúe la destrucción de empleo en la Comunidad, amén de a incrementar su obra social, ahora probablemente más necesaria que nunca.

¿Y a qué se dedican? Pues doña Espe y don Gallardón han convertido Caja Madrid en campo de batalla, en su pelea por situarse en la pole position cuando (eso piensan) don Mariano Rajoy salga por la puerta de Génova para no volver.

Y mientras, Caja Madrid sumida en la parálisis, con sus órganos de control convertidos en actores o espectadores de esta estéril riña.

La única consecuencia que cabe sacar de todo esto, es que a don Gallardón y a doña Espe les importan un carajo pimiento Madrid y sus ciudadanos. Ellos a lo suyo: a su pelea personal del estilo de la del visir Iznoguz, que quería ser califa en lugar del califa.

¿Y qué hace mientras el califa Rajoy?