martes, 13 de enero de 2009

Menos viajar…

 

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Durante la dictadura se contaba un chiste: estaba Franco pronunciando un discurso, y decía:

-Hemos inaugurado un hospital en Málaga…

Un rojo asistente de la primera fila, negaba enfáticamente con la cabeza. Franco continuaba:

-En Badajoz, están muy avanzadas las obras de un pantano…

Y el rojo volvía a negar con la cabeza.

Franco de nuevo:

-En Murcia se han abierto ayer tres nuevas escuelas…

Nuevo movimiento de derecha a izquierda de la cabeza del rojo.

Terminado el discurso, Franco le dijo en voz baja a uno de los policías.

-Me traigan a ése de la primera fila.

Una vez en su presencia (convenientemente esposado y entre dos grises como armarios) Franco le preguntó:

-A ver… ¿por qué negabas cada vez que yo decía algo?

-Es que –respondió el hombre- he estado estos días atrás en Málaga, en Badajoz y en Murcia, y ni hospital, ni pantano, ni escuelas…

-Tú lo que tienes que hacer –le espetó Franco- es viajar menos, y leer más la prensa del Movimiento.

Apliquemos el cuento a Alpedrete:

Quien haya conseguido hoy el diario “El Telégrafo”, se habrá encontrado con un artículo en el que habrá podido leer que nuestra inefable Alcaldesa, doña Marisol Casado, se puso el sábado al frente del operativo anti-nieve desde las siete de la mañana, y que se extendieron por las calles del municipio 18.000 kg. de sal.

Y yo, que soy un rojazo de tomo y lomo como el del chiste, me estoy preguntando dónde narices se extendió tal cantidad de sal. ¿Quizá en las Cercas de Avila? ¿En el Cerro del Telégrafo?

No, me temo que únicamente en su imaginación.

Porque a las 11 de la mañana del sábado, cuatro horas después de que la señora Casado se pusiera al frente de las huestes que “libraron a Alpedrete del caos”, éste era el aspecto del centro de nuestro municipio:

Plaza de la Constitución:

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Inicio de la calle de Félix Díaz San Gregorio:

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Calle Berrocales esquina Avenida de los Canteros:

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Obispo Golfín:

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Plaza de Vicente Guillén:

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Dos bonitas imágenes de la calle Real:

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En la plaza de la Villa, solo se habían despejado tres caminos, para acceder a la rampa, la escalera principal de la Casa Consistorial y, por supuesto, a la iglesia.

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…pero las aceras de la plaza de la Villa…

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¡Ah, sí! Lo de las huestes comandadas por nuestra Alcaldesa:

En la calle de Collado Mediano, pude ver a las 11:30 un vehículo de la empresa concesionaria del servicio de limpieza. Sobre él, un operario se dedicaba aparentemente a vaciar sacos de sal en una tolva, interrumpiendo el paso sobre una preciosa capa de nieve consistente.

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Minutos después, el mismo vehículo estaba detenido más o menos en la mitad de la calle de las Canteras, sobre otra buena capa de nieve dura. ¿Qué estaba haciendo allí? No lo sé, pero lo cierto es que unos momentos después, de su presencia solo quedaba un montón de sal de como veinte centímetros de altura en el punto en el que estuvo parado, pero nada más. Ni un grano de sal en el resto de la calle. Y en la de Collado Mediano, a la que corresponde la foto, la situación continuaba exactamente igual.

El domingo 11, la situación había mejorado… en los lugares en los que había incidido el sol. La sal sí había llegado a las aceras de la plaza de la Constitución y de la plaza de la Villa.

En la plaza de Vicente Guillén, no pude advertir ni rastro. La acera de los pares de la calle de Berrocales (donde no da el sol) era una capa consistente de hielo, hielo que se mantenía ayer lunes y esta misma mañana.

Por supuesto que solo estoy hablando del casco urbano. Los Negrales, La Lanchuela, Los Llanos, la colonia del Carmen… ni sueñan en que se acuerden de ellas las aguerridas brigadas de doña Marisol.

Normalmente suelo utilizar un lenguaje más comedido, pero es que hoy estoy de especial mal humor: no tienen vergüenza, así como suena.

Pase que, como es tradicional en nuestro pueblo, la alcaldesa y el concejal de obras y servicios no muevan un dedo ante una situación como la que presentaba el sábado nuestro pueblo. No está bien, pero ya comenzamos a estar acostumbrados a su completa inoperancia en estas situaciones.

Pero que encima digan en la prensa lo que he tenido que leer esta mañana, es el colmo ya.

Nos toman por tontos, que leemos la prensa y no andamos (con mucho cuidado para no resbalar) por las calles de Alpedrete.

*  *  *

Prosigue la cuenta atrás.

Sigue sin convocarse el pleno en el que deberemos aprobar los proyectos que opten a la subvención de más de dos millones de euros que el Gobierno de España destina a nuestro pueblo.

Me estoy preguntando…

¿Tendremos preparada la memoria de las actuaciones que optan a la subvención?

¿Esperaremos al último día, en el que probablemente el sistema informático habilitado por el Gobierno puede estar saturado?

Porque hay algo que ya sabemos: no habrá “repesca”, y los municipios que no hayan introducido los datos al final del día 24 de enero, sábado, se quedarán sin un céntimo.

*  *  *

Lo de la Recaudación Municipal.

Por si no lo saben, que no lo sabrán, la Recaudación Municipal ya no está en la calle Real, en las oficinas ubicadas sobre el supermercado.

En la mañana de ayer, y provistos del correspondiente mandamiento judicial, funcionarios del Ayuntamiento se llevaron de allí cajas de documentación, así como una copia del contenido de los discos duros de los ordenadores.

El conflicto con la persona que ostentaba el cargo de Recaudador desde hace tantos años que ni me acuerdo, arrancó allá por el mes de octubre. Entonces, Alcaldía ofició a dicho señor un mandamiento para que entregara papeles y bases de datos, a lo que él se negó, aduciendo que su nombramiento duraba hasta 31 de diciembre, y que debía disponer de los datos necesarios para continuar realizando su trabajo hasta dicha fecha, y que con posterioridad al fin de año, debería realizar la liquidación de los cobros de impuestos que le estaban encomendados.

Previamente hay que señalar que la contratación por concurso de un nuevo funcionario para realizar tal labor no se ha debido a un capricho del Equipo de Gobierno, sino a un imperativo legal. A cada cual lo suyo.

Y hay que recordar que en un pleno celebrado la legislatura pasada, cuando el PP carecía de mayoría por la defección de una de sus concejalas, conseguimos detener con nuestros votos la barbaridad que suponía pretender hacer lo que ahora se ha hecho, sin previo aviso, y sin que el Ayuntamiento dispusiera entonces de los medios para llevar a cabo la labor de la anterior Recaudación Municipal, de los que no ha dispuesto hasta año y medio después, si la memoria no me falla.

A veces he pensado que deberíamos haberles dejado, por ver como se las hubieran apañado para cobrar dos IBI y dos IVTM sin medios ni personal. Pero es que somos así: tal parece que nos importa más nuestro Ayuntamiento (me refiero a la oposición) que a ellos (me refiero al PP)

En este punto es cuando debería dar mi opinión sobre el caso, y no puedo hacerlo, al menos no de una manera tajante. Porque el señor Recaudador anterior tenía razón. Pero el Equipo de Gobierno (amparado por la decisión de un juez, no lo olvidemos) también.

La pregunta que me hago es: ¿habrían podido llevarse a cabo las cosas de otro modo? Me refiero a sentarse en una mesa con el señor Recaudador, dialogar, y pactar cómo y cuando se realizaría la entrega de la documentación.

Lo que vi (antes de que nos cerraran el grifo de la documentación) fue solo un “ordeno y mando”, y no quisiera estar ahora mismo en los zapatos del nuevo Recaudador, que se va a tener que hacer cargo de una montaña de papeles y expedientes que ocupa una habitación entera (nuestro antiguo despacho, por cierto) sin la colaboración de quien tuvo la responsabilidad hasta fin del pasado año. Porque imagino (haría muy bien en mi opinión) que, puesto que su trabajo terminó de “aquella manera” en el día de ayer, el anterior Recaudador se “llamará andanas”.

*  *  *

Me ha dicho un pajarito al oído…

Que ha llegado la respuesta de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid a la consulta que le hizo doña María Casado, sobre si estaba obligada a darnos acceso a la documentación, o por el contrario, podía seguir manteniendo a la oposición en la inopia hasta el fin de los días.

Como los pajaritos no saben leer, pues no sé qué es lo que dice el escrito. Pero no puede ser distinto a lo que ya ha resuelto la Agencia Española de Protección de Datos en casos similares, como comenté en éstas páginas:

Que tenemos derecho. Que no nos pueden negar el conocimiento de TODA la documentación y expedientes, porque así lo manda la Ley.

Esto ya no recuerdo si lo he dicho o no, pero viene a cuento: doña María Casado, siendo concejala de la oposición, hizo publicar en la prensa datos personales de trabajadores de nuestro Ayuntamiento, incluidos sus números de cuenta bancaria.

Parece que entonces no le preocupaba tanto la Ley de Protección de Datos…

Y como hoy –ya me he referido antes a ello- estoy de muy mala leche mal humor, y como viene a cuento por lo del acceso a los expedientes, me referiré a un expediente, aparentemente “dormido”, que hemos solicitado tanto nosotros como Izquierda Unida en varias ocasiones (véanse mis “relaciones de escritos en la inopia”) Me refiero a un informe, que yo he visto sobre la mesa de una funcionaria -aunque no puede leerlo-, relativo a la situación de una determinada nave del Polígono Industrial.

En el pleno ordinario de noviembre, celebrado a principios de diciembre como recordaréis, preguntamos a la señora Alcaldesa al respecto. Sus palabras (hablo de memoria) fueron que “se estaba redactando el informe (¡) por los Servicios Técnicos, y que se actuaría en consecuencia”.

Bien, pues ha pasado más de un mes, y no sabemos que se haya hecho algo al respecto. Ni, por supuestisísimo, se nos ha dado acceso al mencionado informe que, repito, yo he visto con estos ojos ya redactado, semanas antes del pleno.

*  *  *

Las razones de mi “mosqueo” de hoy.

Llevamos más de un mes peleando con lo del ordenador asignado a la oposición, y hoy…

Pero recordemos. Durante los meses que duró nuestra estancia en el despacho situado en la vía pública, hubo un flamante ordenador sobre el mostrador de Registro, aún embalado en su caja original, con un cartel que decía que ese sería el ordenador que tendríamos si fuéramos buenos y nos quitáramos de en medio.

Por fin, nos asignaron de nuevo despacho. El ordenador siguió allí durante unos días, sin que nadie moviera un dedo para instalarlo.

Entonces ocurrió lo de la sustracción de los ordenadores del Area Económica, y la caja desapareció. Se nos dijo que, claro, lo urgente era dotar de ordenadores a los funcionarios que se habían quedado sin su herramienta de trabajo, y lo comprendimos.

Días después, sin previo aviso, nos encontramos una “joya” instalada en nuestro despacho: una máquina probablemente recuperada de algún trastero o desguace, de características tales que, por ejemplo, carece de la memoria suficiente para instalar en él una aplicación ofimática.

Esta es la situación a día de hoy. ¡Ah!, la semana pasada nos instalaron también una impresora, que para poco vale si no disponemos de las aplicaciones necesarias para escribir nada.

En noviembre pasado, se contrataron doce trabajadores, dos de los cuales (según doña María Casado) iban a hacer un “proyecto muy bonito relacionado con el turismo”. No sé qué están haciendo a día de hoy, porque el caso es que las dos mesas destinadas a ellos continúan vacías dos meses después, pero ya hay flamantes ordenadores nuevecitos sobre ellas.

Y nosotros continuamos con la inservible antigualla.

¡Vale! por supuesto que el proyecto ese del turismo debe ser algo muy importante. Pero nuestra labor también. Y si hay dinero para comprar dos ordenadores nuevos, digo yo que debería haberlo para, al menos, comprar dos jodidas simples placas de memoria de 30 euros.

Aunque no, ¡qué narices! Que tenemos derecho a contar también con una máquina en condiciones, en la que, por ejemplo, apagarla ordenadamente sea cosa de segundos, no de cuatro minutos como en la mierda chatarra que ahora ocupa sin utilidad una de las dos mesas de las que disponemos.

Como decía, esta mañana estaba de muy mal humor, pero no solo por esto. Es que me estaba preguntando qué demonios pinto allí sentado durante unas horas al día, sin información con la que poder trabajar, y sin atreverme siquiera a preguntar nada a los trabajadores, por no comprometerles si me responden.

Y por un instante, en mi cabreo he estado tentado de cargar con el ordenador y depositarlo (suavemente, eso sí) sobre la mesa del despacho de Alcaldía, porque a doña María Casado (que no creo que sepa manejar uno) le valdría lo mismo que a mí que sí sé: de adorno.

*  *  *

Os debo una relación de escritos en la inopia, pero hoy no tengo tiempo para nada más, lo siento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Francisco,como votante del PSOE y de izquierdas te quiero recomendar un documental que ha puesto vuestro compañero de IU en su blog.
Es un documental que me ha dejado la piel de gallina
http://desdelacantera.blogspot.com/2009/01/blog-post_15.html