Mi nombre es Francisco Castillo, y esta es mi segunda legislatura como concejal del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Alpedrete.
Decía un compañero que este pueblo (al que considero MI pueblo, aunque no nací en él) es “heavy”, y al cabo de los años he terminado por darle la razón. No diré que “lo que pasa aquí no pasa en ninguna otra parte”, pero al menos creo que muchas de las cosas que suceden son bastante “originales” (para mal)
Pues héteme aquí que estaba ayer en la mañana sentado tan ricamente en una butaca del vestíbulo de la Casa Consistorial, cuando se me ha ocurrido crear este blog, e ir contando en él las cosas que nos suceden a diario, alguna de las cuales no tiene desperdicio.
Pero antes, y para que el lector casual sepa de qué va esto, un poco de historia. No temáis, no comenzaré por el pleistoceno.
Resulta que en este mi maravilloso pueblo de la Sierra de Madrid, gobierna el Partido Popular “desde casi siempre” (el “casi” fueron las dos primeras legislaturas de la Democracia, en las que fue Alcalde nuestro llorado compañero Félix Díaz San Gregorio) con un intervalo de cuatro años (hace dos legislaturas) y lo hace con mayoría absoluta (no confundir con “absolutista”, no seáis malos)
Tanto en la pasada legislatura como en la actual (hasta principios de agosto) la oposición gozaba de un “opulento” despacho de unos 6 m2 a compartir entre 8 concejales (desde junio de 2007, que hasta ese momento éramos 7) Afortunada o desafortunadamente, no percibimos ningún sueldo del Ayuntamiento (ni lo demandamos) así que los únicos que podemos acudir a diario al Ayuntamiento somos un compañero de Izquierda Unida/Los Verdes y un servidor; este compañero que digo muy a su pesar, porque para su desgracia solo tiene un empleo de fin de semana, y este servidor porque es pensionista. Los demás, obviamente, tienen que ganarse las habichuelas fuera de aquí.
¡Ah!, pero los días de Pleno, coincidíamos los ocho un ratito antes de su celebración. Por supuesto, solo podíamos entrar adoptando la postura egipcia
o sea, de costado, porque de frente no podíamos entrar.
No me resisto a describirlo:
La mayor parte del espacio estaba ocupada por una mesa metálica desportillada. Delante y detrás de ella, sendas sillas con tapicería de skay, y ambas estaban más cerca de la jubilación que yo mismo.
A la derecha entrando, una serie de estanterías de pladur, repletas de archivos viejos, y algún que otro enser municipal que merecería, no ya la jubilación, sino directamente el contenedor de residuos tóxicos.
Sobre la fementida mesa, un teléfono contemporáneo de la susodicha, cuyo cable hubimos de pegar con cinta de embalaje para que funcionara. Dicho teléfono, por carecer, carecía hasta de marcación por tonos, de manera que si en una llamada (por supuesto relacionada con tu trabajo, ¡no faltaría más!) tropezabas con uno de esos sistemas de respuesta que te dicen “para x, marca el 1…”, pues tenías que echar mano de tu teléfono móvil (a costa de tu bolsillo, por supuesto)
¿Ordenador? ¿Impresora? ¡Por favor, qué cosas se os ocurren!. Así que si necesitabas utilizar alguno de estos lujos, pues te lo traías de casa. Tan ricamente.
¿Acceso a Internet? Para eso está la conexión doméstica de cada uno, pagada de su bolsillo.
¿Archivadores? Pues si consideráis como tal un hueco de la estantería de pladur donde íbamos amontonando actas, presupuestos, listados de entradas y salidas del Registro y demás papeles…
Eso sí. Material de oficina, teníamos. Claro que… grapadoras, bolígrafos, etcétera, pues hoy estaban y mañana ya no. ¡Vaya!, que un día nos encontramos el teléfono sin cable. Y no digo más.
Pero estaba describiendo el despacho, y hay un elemento al que tengo que hacer mención: un amplio ventanal que comunicaba con el vestíbulo de la Casa Consistorial. En uno de sus infantiles rebotes una de sus habituales reacciones, la señora Alcaldesa lo mandó tapiar con un tablón de anuncios "imprescindible para informar a los vecinos, y para el que no había otro sitio". En las dos siguientes imágenes podéis ver cómo estaba antes y cómo quedó después. Encerrados, como animales en un zoo del siglo XIX.
En un momento determinado, una nota interna de Alcaldía mendó y ordenó que "todos los concejales debíamos solicitar permiso a la señora Secretaria para hacer una simple fotocopia". O sea, un trabajador del Ayuntamiento puede utilizar libremente la fotocopiadora. Nosotros no.
Mi postura personal ante esto fue la misma que se estilaba en las colonias españolas en América ante los decretos reales: "se acata, pero no se cumple". Por una simple cuestión de dignidad personal.
La situación justifica, como veis, el título del blog (primera acepción en el diccionario de la R.A.E. de la palabra "inopia")
Corría el mes de agosto, y en esas estábamos. Había “cosillas” aparte de la carencia de espacio y medios. Por ejemplo, una permanente falta de información. Es habitual que los concejales y concejalas de la oposición nos enteremos por la prensa local de lo que hace el Equipo de Gobierno del PP. No por una Comisión Informativa o Junta de Portavoces, que sería lo adecuado (y legal)
¿Os parece siquiera medio lógico que se nos entregue por toda documentación para un asunto a votar en un Pleno una hoja de papel, sin siquiera el escudo del Ayuntamiento, con una serie de cifras escritas a lápiz? Al Partido Popular sí debe parecérselo, porque esa fue toda la información de la que dispusimos.
Nuestros escritos se responden... solo si les place. Nuestro Grupo presentó un recurso de reposición a determinado acuerdo de Pleno, y nuestra Alcaldesa se permitió responder a preguntas nuestras "que no iba a tramitarlo". Con toda la patilla carga de "razón". Tenemos escritos de 2004 y 2005 a los que el PP no se ha dignado responder.
En esta situación de inopia muy a nuestro pesar (segunda acepción del diccionario de la R.A.E.) al principio de la legislatura anterior, yo personalmente establecí como costumbre que se nos entregara semanalmente un listado de los Registros de entrada y salida, así como otro mensual de las facturas pagadas. Es casi la única fuente de información de la que disponíamos para realizar la tarea de oposición que nos encomendaron con sus votos los vecinos en mayo de 2007.
Esto estuvo funcionando más o menos hasta que se cambió la aplicación de Registro. Los listados preconfigurados de la nueva no contienen información suficiente, así es que se necesita la intervención del informático para construir el listado. Resultado: el 9 de octubre se nos entregó el correspondiente a todo el mes de septiembre, y ese ha sido el último.
En cuanto al de facturas, no se ha cambiado nada que sepamos, pero a fecha de hoy no se nos ha entregado el correspondiente a septiembre.
Eso sí, nuestra inefable Alcaldesa se llena la boca en entrevistas de televisión diciendo que "los concejales de la oposición somos unos vagos, y no queremos trabajar". ¿Utilizando qué medios? ¿Con qué información?
Una de estas mañanas atrás, una persona me dijo (en tono irónico, no de mala fe): “El problema es que habéis llegado a creeros que sois concejales, y estáis equivocados: sois la puta oposición”.
Decía que corría el mes de agosto de este año. A principios de mes, mediante una nota de Alcaldía, se nos conminó a desalojar nuestro “lujoso” despacho antes del siguiente lunes. ¿Razón? "Se necesita el espacio para un funcionario de reciente contratación". ¿Alternativas? Ninguna, lo desalojáis y punto.
En la imagen, el portavoz de mi Grupo, Juan Aragoneses, y yo mismo, recogiendo del despacho nuestras pertenencias y documentos cuando se nos ordenó desalojarlo.
Los portavoces de los tres Grupos intentaron hablar con la Señora Alcaldesa, pero no lo consiguieron. En su ausencia, lo hicieron con la Señora Concejala de Personal y Deportes. O sea, que cuando la señora Alcaldesa se mostró “sorprendida” por nuestra reacción y dijo que “no le habíamos dicho nada”, mintió faltó a la verdad.
Nosotros sí propusimos alternativas. Por ejemplo, que se nos habilitara el local donde estuvieron sucesivamente la Policía Local y el Juzgado de Paz, a la sazón vacío.
"¡Mentira!", dijo la Señora Alcaldesa, "ahí está Protección Civil". Si hubiera estado (lo que no era el caso) como máximo lo utilizarían para alguna reunión esporádica, y a nosotros no nos hubiera importado compartirlo. Era perfecto. Incluso podríamos disponer de él por las tardes, porque os recuerdo que la mayor parte de las y los concejales de la puta oposición están en su trabajo por las mañanas.
Cuando la historia comenzó a aparecer en los medios de comunicación, debió darse cuenta de que había metido la pata quedado en evidencia, y entonces sí, ordenó a dos concejales noveles del PP que lo ocuparan (imagino que con gran cabreo enfado por parte de los así exiliados por “nuestra culpa”) Están a ratos, y tampoco nos habría importado compartirlo con ellos, que espacio hay. Pero no. Demasiado bueno para nosotros.
Así es que encontró la solución: nos habilitaría un espacio en el garaje local bajo el edificio de Servicios Sociales, que ahora comparten las Asociaciones de Minusválidos Físicos de Alpedrete y Española Contra el Cáncer. Pero únicamente por las mañanas, para no estorbar las actividades de dichas Asociaciones. ¿Los sábados? Por supuesto que no. ¿Y si, como ya ha ocurrido, ASMIFAL necesita la totalidad del espacio para montar una exposición? Supongo que se da por supuesto que en tales circunstancias, y como nuestra actividad le importa un pito al PP, pues a casa.
Claro que hay un "pequeño" problema. Resulta que, al menos algunas mañanas, ASMIFAL ofrece sesiones de fisioterapia a sus asociados. "No hay problema -dijo-. Se pone un biombo para salvaguardar la intimidad y privacidad de unos y otros". Hasta apareció un ordenador para nosotros, que habíamos solicitado hace ya años.
¿Por qué rehusamos esta "solución"? Porque SOMOS CONCEJALES, y la Ley (y nuestra dignidad como tales) nos impide quedar en una posición subordinada con respecto a Asociaciones Ciudadanas, por dignas que estas sean. Así de claro. De manera que le respondimos que, puesto que el local les parece digno y adecuado, que se vayan a él los concejales del PP y nos dejen a nosotros el antiguo de la Policía Local, que fingen ocupar.
Así es que desde el 12 de agosto montamos nuestro "despacho" en los soportales del Ayuntamiento, mientras hizo buen tiempo, y ahora en el vestíbulo.
Os incluyo el enlace a un vídeo, colgado en Youtube, que reproduce el reportaje sobre el particular emitido por cuatro tv el 29 de agosto pasado. Os recomiendo prestar especial atención a las fotografías de los personajes “históricos” con las que está decorado el despacho de Alcaldía, así como a las palabras de nuestra Regidora. No tienen desperdicio.
Esto me ha salido más largo de lo que pensaba. Lo único que me resta por decir es que trataré en lo sucesivo de contaros a diario las cosas que suceden en nuestro“heavy” Ayuntamiento.
Y ya sabéis: estamos a vuestra disposición todos los días (incluidos sábados) de 11:00 a 13:00 de la mañana en el vestíbulo de la Casa Consistorial. (En los soportales, si el tiempo es bueno)
Personalmente, estoy dispuesto a mantener “el circo” (la señora Alcaldesa dixit) hasta el final de la legislatura, si es preciso.
1 comentario:
Me sorprendo a mi mismo haciendo este comentario: Enhorabuena, Francisco, ¡ojalá tomarán ejemplo de usted los parlamentarios nacionales!
Quede aquí mi admiración y respeto por su compromiso con la información a la gente de Alpedrete a través de su blog, y no dude que en un futuro próximo también le llegarán mis críticas (hoy es muy tarde).
Un saludo, continúe así, e intente convencer a sus correligionarios para que adopten su postura.
Un anti (entre muchos otros) PSOE de toda la vida.
Publicar un comentario