miércoles, 12 de noviembre de 2008

Quien se fue a Sevilla…

91 días sin despacho.

Cuando el lunes nos encontramos sin butacas en el vestíbulo de la Casa Consistorial, (os recuerdo que las quitaron “para su reparación”) pues el compañero de IU-LV y yo nos trajimos de casa unas sillas plegables. Menos cómodas que las butacas, todo hay que decirlo, pero que cumplen su función de tener al menos dónde sentarnos.

Lo que no he dicho es que unos metros más allá, en la entrada a los Servicios Técnicos, hay 4 butacas, cuatro, en las que no recuerdo haber visto nunca a nadie sentado. Digo yo que, si se han llevado las butacas “a reparar”, alguien podría haber pensado en trasladarlas provisionalmente al vestíbulo mientras no se arreglen las “titulares”.

Claro que, eso sería si verdaderamente estuvieran ahora en algún taller, pero, como soy muy mal pensado, y como los huecos que quedaron entre el contenedor de pilas usadas y el mueble en el que se depositan los periódicos gratuitos, aparecieron llenos con plantas que nunca antes estuvieron allí, pues creo que de lo que se trataba era de jodernos dificultarnos el que pudiéramos utilizar el vestíbulo como “despacho”, y que las tales butacas no volverán allí hasta tanto depongamos nuestra actitud, o a las ranas les crezca una tupida cabellera, lo que suceda antes.

Bien, pues lo del título viene a cuento de que esta mañana, cuando hemos bajado de la planta “noble” después de un rato de ausencia, nos hemos encontrado con que las sillas plegables (repito, traídas de nuestros domicilios) estaban ocupadas por los vecinos.

Esto demuestra a las claras dos cosas:

  • La primera, que las butacas son necesarias para que quien tenga que esperar un rato a que le atiendan o le reciban, no tenga que hacerlo en pie.
  • La segunda, que no podemos seguir allí.

Aunque ante esto último, (lo de que “no podemos seguir allí”) nosotros sacamos diferentes conclusiones que el equipo de gobierno del PP…

*  *  *

Pinturita doméstica, que es más barata.

La práctica ausencia de señalización vertical de tráfico en Alpedrete es algo que cualquiera que circule por nuestro pueblo puede observar. Se han colocado infinidad de montículos destrozacoches badenes en nuestras calles para tratar de disminuir la velocidad a la que circulan algunos desaprensivos (por cierto, badenes que no se han señalizado en la inmensa mayoría de los casos) pero no se ha hecho algo que, en mi modesta y probablemente desautorizada opinión, debería haber sido previo: colocar señales de limitación de velocidad en algunas señal calles. Porque, de acuerdo con la Ley de Seguridad Vial, la limitación genérica en población es de 50 km. por hora, pero resulta que hay en el centro del pueblo calles estrechas, en las que circular a tal velocidad es temerario e irresponsable… pero legal.

Todo esto de la señalización vertical, la ausencia de disciplina alguna en lo de la carga y descarga, (y el nulo respeto de las zonas señalizadas al efecto) el caso de algún comerciante que dispone de bolardos de quita y pon ante su establecimiento, para que pueda estacionar su camión parcialmente sobre la estrecha acera, el que otro vehículo industrial de 8,6 toneladas de peso en vacío se ponga a descargar tan ricamente a la una de la tarde en la esquina de las calles Real y Collado Mediano y nadie le diga nada, más muchos etcéteras, daría por si solo para un monográfico.

Pero hoy de lo que voy a hablar es de la señalización horizontal. Y en concreto de la pintura que se emplea para la misma.

Resulta que todo apunta a que se utiliza poco menos que pintura de esa que cualquiera puede adquirir en un comercio, y sucede que…

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Una plaza de estacionamiento destinada a personas con movilidad reducida, situada ante la mismísima Casa Consistorial, irreconocible en pocos meses.

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Este paso de peatones, en la esquina de la calle de Obispo Golfín tiene algo más de edad, pero no demasiada. Es cuestión de tiempo (poco) que desaparezca.

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Aunque deteriorado por la falta de mantenimiento, este otro paso de peatones (tiene ya muchos años) revela a las claras que deben utilizarse productos apropiados, de los que debe extenderse una capa gruesa sobre el pavimento, lo que evita que la borren los neumáticos de los cuatro primeros vehículos que circulen por encima (exagerando un poco)

Hay otra imagen que quería traer, pero que ha quedado enterrada por el reciente asfaltado de la calle del Maestro: se trata de otro paso de peatones ante la Casa de la Cultura, que se “eliminó” pintando una manita de Titanlux o similar de color negro por encima, y “resucitó” al mes. Y eso es muy, muy peligroso.

Probablemente es más barato a la larga hacer las cosas bien en estos temas, porque se hacen una vez y duran mucho tiempo, pero…

Además, los pasos de peatones pintados “a lo pobre” son resbaladizos en cuanto caen cuatro gotas, yo lo he experimentado en carne propia, y he presenciado ya dos caídas en la plaza de la Constitución.

Se lo dije hace unos meses al señor concejal responsable, pero todo sigue igual.

*  *  *

Esta mañana presencié cómo una señora explicaba en el Registro que venía a solicitar usuario y contraseña para poder hacer uso de la red wi-fi, que hace un mes le habían dicho que “estaba a punto de estar operativa”.

Pues por no saber, no sé siquiera si se han comenzado a realizar los trámites legalmente obligados para ello, véase la sección “Escritos en la inopia” de mi entrada del pasado lunes, “Infantil, si no fuera algo tan serio”.

*  *  *

En mi entrada del día 5 de noviembre, “No os pongáis malitos, que es peor”, decía que “parece que el equipo de gobierno está haciendo algo”, refiriéndome al tema de los teléfonos que no se atienden.

Esto era porque había visto un escrito en el Registro de salida cuyo resumen hablaba de los teléfonos del Consultorio Local.

Pues no. Puede que se haya hecho algo al respecto, pero el escrito tenía que ver con que a partir de ahora, las facturas telefónicas las abonará la Comunidad de Madrid.

Menos da una piedra…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

este blog es una de mis lecturas diarias obligatorias. primero porque lo que cuenta es contrastable y muy interesante y segundo porque está muy bien escrito.

Gracias Castillo!

Anónimo dijo...

A mi también me gusta. Casi prefiero que sigan sin despacho, me entero de muchas más cosas que antes.