Cuenta atrás

 

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Lo de la cuenta atrás tiene que ver con el hecho de que, para recibir la subvención de más de 2.196.000 euros que el Gobierno de España ha destinado a Alpedrete, hay unos plazos marcados para cada una de las actividades que corresponden al Ayuntamiento.

El primer plazo termina el 24 de este mes. Para esta fecha, la Corporación habrá tenido que celebrar un pleno extraordinario en el que nos comuniquen a la oposición se aprueben los proyectos de inversión que el gobierno municipal ha creído convenientes, sin contar con, ni informar a nadie, salvo a través de la prensa local.

Dicho pleno no ha sido convocado en este momento.

El paso siguiente a la aprobación en Pleno, consiste en la presentación telemática de la solicitud ante la Delegación del Gobierno de Madrid.

En el plazo de diez días, la D. G. debe verificar la solicitud y comunicar el resultado a Secretaría.

En otros diez días, la misma D.G. debe dictar la resolución de concesión, y liberar el 70% del importe + IVA de los proyectos.

Existen otros plazos igual de exigentes para la licitación y adjudicación de los proyectos de inversión que, teniendo en cuenta los requisitos legales en lo tocante a tiempos de presentación de ofertas y exposición pública, se alargarían aproximadamente otro mes.

No seré yo quien dude ni por un momento que nuestro Equipo de Gobierno (que me consta está trabajando en ello desde que se publicó la normativa) cumplirá los plazos marcados.

Aunque…

Personalmente habría preferido que la convocatoria del pleno se hubiera realizado ya. Es que tiene que celebrarse como muy tarde antes del próximo día 20, y mucho me temo que otra vez más, y van… nos entregarán copia del expediente con 24 horas de antelación.

Ojalá me equivoque.

*  *  *

Otra sobre eficiencia.

Me he enterado esta mañana de que el Departamento de Rentas (que como recordaréis se trasladó a los edificios de la plaza de la Constitución el día 21 de noviembre de 2008) no dispone aún de fotocopiadora.

Parece que hoy va de plazos: 49 días para contratar una fotocopiadora. Claro que al decir eso parece que acepto que se hubieran puesto a hacerlo cuando ya se había materializado el traslado, y esa es la forma “mala”.

En realidad, las gestiones para la fotocopiadora, la línea telefónica, el sistema de alarma y todas las demás cosas que se han ido consiguiendo sobre la marcha a posteriori, deberían haber sido objeto de una planificación previa que, salvo que alguien me demuestre lo contrario, no existió, y haber estado dispuestas antes y no después de la mudanza.

Aun me voy a aventurar a imaginar la causa de este desastre organizativo: hay una, digamos, técnica de dirección, que se conoce como “delegar”. Esto es, el responsable último de un proyecto, –que previamente ha debido rodearse de colaboradores con la capacidad necesaria para hacerlo- encarga a uno de ellos que realice lo que sea, en este caso, la planificación de las tareas necesarias para el traslado, y a partir de ahí, él o la responsable se limita a seguir periódicamente la marcha de la cosa.

Sin embargo, cuando es el propio responsable quién tiene que hacerlo todo, lo normal es que las cosas funcionen en plan “improvisación creativa”, lo que parece haber sido el caso.

¿Habremos aprendido algo de esta experiencia? Porque no olvidemos que algún día (me gustaría saber cuando) serán la totalidad de los servicios de la Casa Consistorial los que se trasladen a una nueva ubicación. Y si se actúa como se ha hecho en esta ocasión, el caos puede ser considerable.

Aún estamos a tiempo; póngase las pilas el Equipo de Gobierno, y comience a preparar YA el traslado gordo.

Ya se que muchos no me van a creer, pero como me importa más el servicio a los vecinos que la mezquina satisfacción del “ya os lo dije”, me encantaría que mis temores de hoy se demuestren infundados, y todo marche como la seda cuando nos vayamos se vayan a las antiguas escuelas.

*  *  *

El temporal de frío y nieve.

Es la segunda vez (al menos en mi recuerdo) que esto sucede. Me refiero a que las nevadas se centren en Madrid-capital y el sur de la provincia más que en el norte, porque en Alpedrete apenas han caído cuatro copos, mientras que el segundo de a bordo de la Comunidad de Madrid andaba esta mañana creando gabinetes de crisis y convocando ruedas de prensa para intentar justificar lo injustificable: que se corte la M-45 porque la nieve impide circular por ella; eso como botón de muestra, porque el caos en la mañana de hoy ha sido importante.

Supongo que, una vez más, la culpa de que las carreteras de doña Espe (que no ha podido salir en avión hacia Valencia por las “inclemencias invernales”) estuvieran intransitables esta mañana, será de Zapatero. No sé cómo, pero intentarán desviar su responsabilidad al Gobierno de España. Y si no encuentran la forma fácil, dirán que no han podido comprar quitanieves porque “Zapatero asfixia a Madrid”. O que la culpa es de los ciudadanos, por empecinarse en utilizar el automóvil.

Todo, antes que reconocer que a) son ellos los primeros, últimos y únicos responsables y b) los servicios que presta la Comunidad de Madrid (no solo éste) van de mal a peor.

De paso, espero que si sucede lo lógico, y mañana amanecemos nevados, el Equipo de Gobierno haga algo más que la última vez. Por ejemplo, exigir que lo solucione a la empresa concesionaria del servicio de limpieza, que es quién tiene la obligación, eso aceptó cuando ganó el concurso, y por ello cobra, entre otras cosas.

Y ya que hablo de frío: hoy sí había calefacción en la Casa Consistorial, pero nuestro despacho parecía una nevera.

(¡Cachis! Se me olvidó incluir en la carta a los Reyes lo del radiador eléctrico para estos casos)