jueves, 11 de diciembre de 2008

La crisis ésa

Sin listado del registro desde Diciembre 2
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(Pues(Es broma) resulta que tal parece que cuando escribo aquí sí me escuchan, de manera que estoy pensando que, en lugar de entregar notas en Registro, voy a utilizar desde ahora este medio)

 

Bolsillos vacíos No siempre vamos a hablar de las cosas que pasan en Alpedrete. O sí, porque el tema de hoy también nos afecta en nuestro pueblo. Se trata de las causas de la crisis económica que padecemos, a la que el Gobierno de España está intentando hacer frente con medidas de apoyo y ayuda a las familias y las empresas.

La crisis no se ha generado en España, aunque, como en todos los países desarrollados, estemos siendo afectados por ella. La causa primera hay que buscarla en un conjunto de malas prácticas, codicia y falta casi absoluta de regulación de los mercados en Estados Unidos. Y es que la frase seudoliberal "los mercados se regulan solos", esconde una falacia, porque lo único que "los mercados" tienden a autoregular es la consecución del máximo beneficio en el menor plazo de tiempo, sin que importen los medios.

En su génesis, han coincidido una serie de factores (seguimos hablando de EEUU)

-Bajos tipos de interés.
-Liquidez probablemente excesiva propiciada por la Reserva Federal.
-Un boom de la construcción similar al que hemos vivido en España estos últimos años, con precios en continuo crecimiento.

Y una codicia y falta de escrúpulos impresionantes, unida a la casi absoluta falta de regulación de los mercados.

Con todos estos ingredientes, se ha "cocido" el "guiso" que trataré de explicaros.

La gran oferta de viviendas, propició una gran demanda de hipotecas, posibilitada además porque los créditos eran baratos. Los bancos concedieron esos créditos en algunas (bastantes) ocasiones a personas sin ingresos fijos, trabajo ni propiedades (lo que se denomina por allí "ninjas" ) y lo hicieron por el 100% del valor de las viviendas. El riesgo de tales operaciones se despreciaba, porque cómo el incremento del precio de los inmuebles parecía imparable, los bancos se decían que en caso de impago, el valor de la vivienda sería mayor que el importe del capital pendiente, con lo que no habría pérdidas, sino más beneficios. Y además, los tipos de interés de estas hipotecas eran más altos, precisamente por el riesgo de que nunca fueran pagadas.

A esto se sumaba además algo muy peligroso: dado que una parte importante del salario de los directivos está condicionado a la consecución de objetivos, puede que en estos primara más la obtención de altos incentivos que la seguridad de los negocios que realizaban en nombre de sus empresas, porque en ello les iban muchos dólares.

Entonces intervino otro factor. Los Bancos están obligados a cumplir las Normas de Basilea I y II, según las cuales el capital de un Banco debe representar un cierto porcentaje con respecto a sus activos de riesgo. ¿Cómo se "soluciona" esto? Fácil. Si se crea un "paquete" con estos préstamos y se vende, dichos préstamos dejan de contar como tales para el cumplimiento de las obligaciones de las citadas Normas, el Banco ingresa dinero fresco, y puede conceder aún más préstamos. Llegados a este punto, os recuerdo que estoy hablando de los Bancos estadounidenses, y en España los controles son más exigentes.

Vamos a poner un ejemplo:

El Banco X ha concedido hipotecas, entre otros, a John Smith (200.000$) y George Morgan (250.000$) Une los dos créditos, y vende a un inversor un activo de nombre rimbombante por valor de 450.000$, en el que ya han desaparecido los nombres de Mr. Smith y Mr.Morgan (y aun es dudoso que se supiera siquiera que lo que se estaba vendiendo era el riesgo de dos hipotecas)

Existen unas agencias de calificación (rating) que teóricamente se dedican a evaluar los riesgos (incluso de países) y los califican con una serie de "claves" que indican su mayor o menor solvencia. ¿Qué hicieron estas agencias? Pues entrar en el juego, esto es, considerar que si una parte de estos activos era "sano", todo el "paquete" podía calificarse como AAA, aunque en él hubiera una parte de hipotecas subprime (como se denominó a las concedidas sin garantías y a altos tipos de interés)

Pero es claro que cualquiera no puede invertir 450.000$ en el paquete del ejemplo, había que hacerlo más asequible a los ahorradores particulares. ¿Cómo? Sencillo. Se divide el paquete de 450.000$ del ejemplo en "cachitos" más pequeños, de 1.000, 2.000...$ Y, ahora sí, cualquiera puede comprarlos. O los fondos de inversión adquieren una porción de esos "interesantes" títulos, que pasan a formar parte, junto con otros, de la "propiedad" de sus fondistas. Genial. Solo que hay una "pequeña" pega: si el préstamo de Mr. Smith no se paga, ¿qué parte de una de esas porciones de 1.000$, o qué porcentaje de mi participación en un fondo de inversión es "papel mojado"? ¡Aaah!

El resto es fácil: dado que existe libre circulación de mercancías y dinero (no de personas, por supuesto) los activos "contaminados" se extendieron por el mundo como una gran mancha de aceite. Fondos de inversión y Bancos situados fuera de los Estados Unidos compraron esos títulos que a estas alturas ya no se sabía qué contenían, los mezclaron con otros, y los ofrecieron a inversores y ahorradores particulares.

Todo esto estuvo funcionando durante unos años. Los préstamos se pagaban mal que bien, y cuando no, pues el porcentaje de fallidos era pequeño en comparación con el montante total, o sea, fácilmente asumible.

Y  entonces ocurrió lo que tenía que ocurrir. Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, se jubiló, y le sustituyó Ben Bernanke. Este se echó las manosDos dólares a la cabeza, subió los tipos de interés, y dejó de darle a la manivela de la máquina de hacer dólares (redujo la liquidez)

El precio de las viviendas bajó, los "ninja" no pudieron asumir el incremento de los plazos propiciado por las tasas de interés más altas, y dejaron de pagar sus hipotecas.

Los Bancos de EEUU y de otras partes del mundo en los que la legislación era igual de laxa, se encontraron con que entre sus activos había una gran cantidad de títulos que no valía nada o muy poco o, lo que es aún peor, que no sabían qué parte de ellos estaba "contaminada" por las hipotecas subprime generadas en los EEUU. Y quebraron, o se confesaron al borde de la bancarrota. El gobierno Bush entonces, para evitar el pánico, hizo algo totalmente fuera del ideario liberal, y compró esos Bancos (no todos)

Acabo de decir dos cosas: la primera es que los Bancos pueden no saber qué parte de sus activos son papeles registros informáticos sin valor. Y eso produce desconfianza, porque no se sabe si el Banco vecino, al que acabas de prestarle x millones de euros (observad que ahora ya no estoy hablando solo de EEUU) va a quebrar pasado mañana, como ya ha sucedido en el Reino Unido.

Así que ya apenas se prestan dinero entre ellos.

Como consecuencia directa de esto, no hay dinero para prestar a particulares ni a Empresas. Los particulares, aunque sean solventes, tienen muy difícil acceder al crédito para comprar una casa o un automóvil, con lo que las empresas constructoras no pueden levantar viviendas, ni las automovilísticas vender sus coches. Y esto produce paro en cantidades, con lo que ahora hay muchos dramas personales de gente que no puede pagar su hipoteca (no hablemos ya de solicitar una) y se ve obligado a disminuir su consumo, lo que a su vez producirá más paro en las empresas afectadas, en un círculo vicioso al que esperamos pueda ponerse fin en breve.

¿Y en España?

La llamada "burbuja inmobiliaria" ha reventado, eso es un hecho, con sus lógicas consecuencias en el empleo. Pero la disminución de los precios de las viviendas ha sido menor que en otros países, probablemente debido a que el valor del suelo es mucho más alto, y esto a su vez causado por la especulación salvaje, propiciada por el PP en sus años de gobierno, (ya sabéis, aquello de que "si un terreno no estaba protegido, era urbanizable", genial idea que consiguió exactamente el efecto contrario al pretendido) años en los que la propiedad de los terrenos cambiaba de mano varias veces doblando o más su precio en cada transacción (lo que es inmoral, y debería estar previsto en el Código Penal)

Los Bancos tienen problemas para financiarse como todos los demás Bancos de nuestro entorno, y han restringido el crédito, lo que está afectando a la financiación de las empresas y a sus cifras de ventas, como decía más arriba.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está tomando medidas desde el principio, tanto en el orden fiscal (recordad la rebaja de 400€ en el I.R.P.F.) como de ayuda a la hora de hacer frente a las hipotecas (aplazamiento del pago del principal) y también inyectando liquidez en el mercado financiero. La última hasta ahora, la decisión de financiar con 8.000.000 de euros obras de infraestructura en los Ayuntamientos, -de los cuales, 2.126.601 serán invertidos en Alpedrete- al objeto de paliar en lo posible el paro que afecta al sector de la construcción, además de otras partidas destinadas al sector automovilístico.

Tenemos a nuestro favor algunas cosas: la más importante, que en los ejercicios anteriores se han cerrado con superávit las cuentas del Estado y la Seguridad Social, (mientras que Alemania, Francia e Italia se pasaron en su déficit de las normas que ellos mismos impusieron -probablemente pensando en España- como requisito para acceder a la moneda única) lo que ahora permite un cierto margen de maniobra para incurrir en déficit.

También, que nuestro sistema bancario, cuya más exigente regulación han elogiado prestigiosos economistas y diarios especializados de los mismísimos Estados Unidos, no ofrece riesgo de quiebra, como ya ha sucedido en el Reino Unido.

El Gobierno de España no hará lo que el de Aznar en los años 90 del siglo pasado: cargar la crisis exclusivamente sobre los más desfavorecidos.

¿Habrán aprendido la lección en EEUU? Pues personalmente, me temo mucho que no, y ojalá no veamos dentro de unos años como, de nuevo, los beneficios son estrictamente privados pero, cuando las cosas van mal, las pérdidas tienen que asumirlas los de siempre, vía Presupuestos Generales del Estado, o como rayos se llamen allí.

 

Después de la intervención de Sherlock Pómez

Ordenador de la oposición Superado mi natural pudor a hablar de cosas que nos afectan únicamente a los concejales de la oposición, tendré que volver sobre lo del ordenador.

A día de hoy, carecemos de dos cosas fundamentales para que nos sirva para algo más que para conectarnos a Internet (que es la menor de las utilidades que yo personalmente pensaba darle)

No tenemos impresora, ni posibilidad de utilizar alguna de las de la red, ni se ha instalado ningún paquete ofimático (el Ayuntamiento utiliza OpenOffice) que nos permita crear hojas de cálculo, escribir cartas, etc.

Cualquiera de los que me leéis que tenga unos mínimos conocimientos de informática estará pensando ahora que por qué no lo instalamos nosotros mismos. Eso no es posible porque, por elementales razones de seguridad que comprendo y comparto, las cuentas de usuario de los tres grupos políticos que se han definido en la máquina, carecen de privilegios para instalar software (hay más cosas que no podemos hacer por políticas de seguridad y, repito, por mi oficio sé que esto debe ser así, de manera que no me quejo de ello)

Pero normalmente, cuando se imponen tales políticas, tiene que haber un informático que haga las cosas en un tiempo razonable.

Pues seguiremos esperando...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando hablas del dinero que el Gobierno de España destinará a los ayuntamientos para infraestructuras entiendo que ha habido un error en las cifras: pones que financiará con 8.000.000 de euros las obras en los ayuntamientos y creo que debería de poner 8.000.000.000 de euros.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Y todo esto en la era de las tecnologías avanzadas e instantáneas, desde luego, Alpedrete se parece cada día más al famoso pueblo aquel de la película: "Bienvenido Mr. Marshall"
Aunque en vez de un alcalde barrigudo, tengamos a una distinguida señora de palio, velo y peineta.
Apañados vamos, solo hay que ver las condiciones de suciedad e insalubridad en las que están los contenedores de basura esparcidos por el pueblo.
¡¡Elecciones, ya!!

F. Castillo Gurpegui dijo...

Pues sí, Anónimo 1, tienes razón, se me quedaron unos cuántos ceros en el teclado.